Me vinieron a visitar, unos amigos de Barcelona, de éstos que haces un día en un viaje y los conservas para toda la vida.
Nos conocimos en un viaje que hicimos mi hermano y yo a Marruecos en 1999. Era un viaje de 4 días, todo organizado; era un viaje de fotógrafos,... mi hermano y yo llegamos a Madrid para coger el avión, y nos encontramos a las dos Elenas, madre e hija.
Elena madre, como es gallega, nos conoció el acento, y ella que es muy habladora, enseguida entabló conversación con nosotros.
Cuando subimos al avión, ya eramos como de la familia.
Ya en Marruecos, eramos una piña; juntos para todos lados, lo pasamos genial, y es increible, después de 4 días juntos, al llegar a Madrid de regreso, nosotros cogíamos avión para Galicia y ellas para Barcelona; la despedida fue chunga, lloramos los cuatro al separarnos; prometimos volver a vernos, y a los dos meses, ya estaban ellas en Galicia de vacaciones.
Pasaron los años, nos vemos poco, pero siempre buscamos un hueco para coincidir; es una amistad de las de verdad.
Este año, vinieron a Galicia en Semana Santa; nos vimos el viernes, fuimos a Caldas de Reis, a visitar unos molinos, los molinos de Barosa, un sitio precioso y muy apacible, luego acabamos cenando una mariscada en Arcade; porque para marisco,...Galicia.
Con ellas vinieron: Francisco (el padre), un catalán maravilloso, jejeje,... Elena madre, indescriptible, única,...Elena hija, mi gran amiga en la distancia,... y Matías, su novio, un crak.
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